El intendente manifestó su rechazo ante esta costumbre que cobró fuerza en los últimos años y que implica que los chicos celebren hasta altas horas de la madrugada y empiecen el secundario sin dormir. "Uno no era más o menos feliz por tomar un poco más o un poco menos de alcohol", dijo.
El intendente Carlos Arroyo manifestó su preocupación y rechazo ante el ya famoso y polémico festejo del “Último Primer Día” de los alumnos que empiezan el último año del secundario.
“Es algo que debiera ocurrir, porque realmente es un contrasentido festejar el último día del año más feliz. No me resulta racional, creo que en otras épocas lo veíamos de otra manera”, dijo al ser consultado sobre esta costumbre que cobró fuerza en la ciudad y el país en los últimos años y que implica que los chicos celebren hasta altas horas de la madrugada y concurran a clases sin dormir.
“El primer día de clases llorábamos porque sabíamos que estábamos empezando el último año de la mejor etapa de nuestras vidas, porque después se terminaba el secundario y se iba a trabajar o a la universidad”, dijo Arroyo tras inaugurar el ciclo lectivo en la Escuela Secundaria de Educación Técnica N°1 al expresarse en contra de estos polémicos festejos del denominado “Último Primer Día” que despiertan cada año para esta fecha la preocupación de padres, docentes y autoridades educativas.
Por último, el intendente dijo: “Creo que ahora muchos valores se cambiaron, pero sé que la sociedad se va a dar cuenta que hay que volver a algunos valores, como la disciplina y el trabajo. Uno no era más o menos feliz por tomar un poco más o un poco menos de alcohol. Esto lo tienen que entender. De una cosa estoy seguro: con alcohol y con drogas, no”.